Estamos en época de elecciones. Y se nota. Mucho ruido en el gallinero. Muchas batallas que parecian ganadas de repente se pierden y se debe volver a reivindicar el derecho. El derecho a comunidad, a sororidad, a espacios abiertos donde la cultura se comparte. ¿Por qué?
Como es el caso de la Bonne, donde ayer 40 mujeres se quedaron durmiendo en el centro manifestando su petición de no cerrar la casa feminista. ¡Un centro que lleva activo más de 100 años! No sé, pero algo me dice que hacer ruido de esta manera es muy buena propaganda para los partidos políticos afines. Y en eso se a convertido el feminismo, en un reclamo publicitario para conseguir votos, porque así no nos quitan lo que es nuestro, porque ellxs protegerán nuestros derechos… mentira.
Utilizar los fines del feminismo para hacer publicidad electoral, eso es lo que viene sucediendo hace muchos años. Pues el sistema, francamente, es corrupto. Ya hemos desvelado que todas las promesas, y fines desaparecen o se distorsionan cuando estos partidos llegan a puestos donde pueden ejercer poder. Llegan gracias a nuestros votos, y aún así nos mienten en la cara, siguen con el cuento, con la victimización.
Sinceramente, me cansé de ser una marioneta del feminismo, de hecho nunca encontré amparo en este colectivo. Para elles soy demasiado humanista, porque también respeto al masculino, además me aburrí del discurso victimista. Los videos que circulan por redes, las reclamaciones de derechos, cada vez son más absurdas. Yo busco un mundo donde el respeto sea la base, y si durante tu discurso desprestigias a otros colectivos ya me has demostrado lo que vales, nada.
Este blog mío no tiene muchas seguidoras, ni es mainstream. Lo que escribo sale de mi corazón, y sale para dejar testamento a mi yo futuro. Este pensamiento de abandonar el feminismo hace meses que me corroe, porque la hipocresía que reina en el colectivo me causa urticaria, ansiedad y hasta ganas de desaparecer. ¿Pero sabes qué? No necesito a este colectivo para escucharme, para dar valor a mis pensamientos y en mi opinión es mejor alinearme conmigo misma que con instituciones que sólo nos utilizan.
El poder lo guardamos en nuestro interior, y el día que aceptemos este hecho dejaremos de reclamarle a la sociedad el derecho al respeto de nuestros cuerpos, porque nosotras seremos las primeras en respetarlo y escucharlo, dejaremos de reclamarle a la sociedad por maternindades respetadas, porque nosotras mismas respetaremos nuestros instintos y decisiones y sobretodo dejaremos de reclamar por todo aquello que no obtenemos, porque seremos las primeras en ir a encontrarlo. Te deseo suerte, ser humano. El ser es un derecho que te otorgas tu misma, no esperes que otro te dé un certificado para ejercerlo.